BELLEZAS COLATERALES

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… Todavía estamos pintando a los hombres sobre un fondo de oro, como los primeros primitivos. Están delante de lo indeterminado. A veces oro, a veces gris. En la luz a veces, y a menudo, tras ellos una oscuridad insondable.

Es comprensible. Para distinguir a los hombres, tenían que ser aislados. Pero después de una larga experiencia es necesario volver a mirar las contemplaciones aisladas, y acompañar con una mirada madura sus gestos más amplios.

Y también hay instantes en que un hombre delante de ti se separa calmado y claro sobre el fondo de su esplendor. Son unas fiestas raras, que nunca olvidas. Este hombre, de ahora en adelante, tu lo amas. Es decir, te dedicas, con tus manos tiernas, a copiar los contornos de su personalidad tal como la has percibido en este momento.

Rainer Maria Rilke – Notas sobre la melodía de las cosas –

Eso es lo que me anima. Desde siempre.

Discernir.

Estar frente a lo que, en movimiento, hace lenguaje.

Mantener la mirada fija.

Crear.

Hoy, filmar, fotografiar, enmarcar, filmar

dejarse mover por el otro movimiento, sentir el trastorno de la 

remembranza.

¿Qué hay que filmar?

El baile, su macabro. El desnudo del cuerpo, su violencia.

El amor. La extrañeza. La gracia.

La oscuridad que espera.

Filmo solo con los medios del borde.

No ato demasiada importancia a la técnica.  Me aseguro que no interfiera.

Sé algunas torpezas, los prefiero a demasiada habilidad.

Necesito crear con los que filmo esta relación, íntima, sensible, casi orgánica,

Intento hacer películas como Haiku.

No puedo hacerlo.

Empiezo de nuevo hasta tocar algo.

Hasta eso que me ha tocado.

Pienso, ¿de qué sirve mostrar mis imágenes? ¿Quién las

distinguirá en el flujo monstruoso de lo que hace la pantalla?

Me alejo de la costa.

Pienso en imágenes, llevadas por la profundidad del abismo.

 



Heddy Maalem